Business, Trading, yourgames: PICO ALGAS (3.036m) Martes 5 Mayo

Itinerario al Algas, en línea continua desde donde había nieve para ir con esquís

Pico Algas (3.036m)

Martes 5 mayo, desde el Balnerario de Panticosa

Desnivel: 1.400m

Salida: 6:10 AM. Cima: 8:38 AM. Vuelta al coche: 9:30 AM

En solitario, no siempre se encuentra compañía y menos si se madruga tanto...

Tras pasar el puente del 1 de mayo con 2 guardias en el hospital, por fin llegaba mi primer día libre, el martes 5 de mayo. Pintaba soledo, con flujo de norte que quizás cubriría la vertiente francesa y con fresco, ideal para hacer algo con esquís.
Pero teníamos que dar un curso de RCP en Zaragoza ese día a las 12 h... Ummm. ¿Y si hacía algo cerca madrugando? El Balneario de Panticosa suele ser una baza segura, no?
Como veo que no encuentro compañeros, allí que me iré. Un tresmil rapidito (Garmo o Algas), sin peso en la mochila y vuelta para casa. No vaya a ser que luego vengan lluvias toda la semana y me quede 10 días en el dique seco.

Despertador a las 4 AM y... mira tú, no tengo pereza ni sueño! Qué bien. A las 4:20 AM ya estoy cruzando el puente del Ebro. Cielo estrellado en la carretera. A mi izquierda veo en todo momento el carro de la Osa Menor. Llego a Nueno y, de ahí hasta Panticosa, no adelanto a un sólo coche (vamos, que no me crucé con ninguno). El pais dormía a las 5 de la madrugada. Es una delicia conducir con toda la carretera para ti, sin necesidad de adelantar a nadie. Me acompaña la música de Amadou et Marian y el último de Macaco. Moving... all the people moving...
Llego al Balneario algo antes de las 6. Todavía es de noche. Afuera sopla. Ummm... arriba soplará más, pienso. Salgo andando con el frontal a las 6:10 AM, aunque lo apagaré en 5 minutos.
Voy subiendo tranquilo, con poca ropa para no sudar. Subo el bosque xino, xano y compruebo a la salida que ya no hay nieve en la Mallata Baja (sí en la vertiente norte que va al Feniás, a la izda). Sigo a la derecha, andando tranquilo por la senda de verano y, tras pasar los últimos árboles, llego por fin a la nieve. Estaré a unos 2.000m y deben de ser las 6:40 o así.
La nieve está dura tras un buen rehielo nocturno. Pero tiene la rugosidad justa para progresar bien sin cuchillas, deslizando el esquí con gusto. Subo en soledad, tranquilo, sin prisas pero sin pausa. Es un ritmo que no cansa. Llevo la mochila vacía (ni crampones ni piolet ni pala. Para qué?). Este ritmo suave (pero no lento) me permite ir mirando continuamente el monte y las primeras luces. No jadeo. disfruto, respiro tranquilo y sigo subiendo, con muy buenas sensaciones.
Mirando a mis espaldas, hacia Brazatos, se ven nubes lenticulares que ya ilumina el sol. Estas nubes con forma de ovni traducen fuertes vientos en altura. Ya noto el viento aquí, con lo que arriba va a ser la leche.
Llego a la Mallata Alta y me alegro de no llevar cuchillas para poder deslizar las tablas como lo haría un esquiador de fondo. En vez de tomar la canal que sube después (llena de huellas de pies y de coladas de nieve canalizadas por el centro) me voy a la izda y subo por el lomo, mucho más limpio, casi vírgen de huellas.
Sigo el foqueo tranquilo, sin pausas. No necesito las pausas con este ritmo. No tengo ni hambre ni sed. Sigo subieno y me parece que paseara por el parque. Qué guay... pienso.
Termino ese lomo y giro a mi derecha, para trazar larga diagonal hacia el collado de Argualas. El ritmo no cambia. El día va amaneciendo pero el flujo de norte cuela las nubes desde Francia y sigo en la sombra. Fresco. El Garmo Negro sigue cubierto y las nubes que se cuelan, desaparecen luego al llegar al collado de Argualas, que se ve azul. Los picos Argualas y Algas sí que están bañados por el sol. El viento mantiene la sensación de frío.
Unos 100 m antes de llegar al collado de Argualas veo que se me despega una piel de foca. Me quito esquí e intento pegarla. Nada. No pega nada. Ummm? Me quito la mochila y saco mi otro par de pieles de repuesto. La intento pegar y como si nada. Como si pegara un papel de periódico. No pega nada!! Está tan helada la suela del esquí que la piel de foca no se adhería ni a la de tres...
Por suerte llevo cinta americana enrollada en los bastones para ocasiones de este tipo (una buena idea que me enseñó Blanca, y que ahora agradezco). Enrollo dos trozos de cinta, uno en la cola y otro en el centro del esquí, para no perder la foca y sigo para arriba.
Llego al collado de Argualas y tiro para la izda, hacia el Algas (El Garmo sigue tapado). Cada vez sopla más fuerte. Me abrigo con mi 3ª capa (wind-stopper) y sigo. A falta de 60 m para la cima veo que me resbalo una y otra vez, así que no me queda más remedio que parar (al llegar al cortado que da a la vertiente de Sallent) y poner cuchillas. Desde allí llego en 8 minutos a la cima (8:38 AM). Desde arriba la vista del Valle de Tena amaneciendo es preciosa...
Las rachas de viento son, en ocasiones, fortísimas. Detrás mío, el Garmo hace amagos de despejarse, al igual que la zona de Brazatos, que aparece y desaparece continuamente detrás de ese tren de nubes que no para de entrar desde Marcadau, a toda leche. Es como un AVE que entra tapándolo todo.
En la exigua y helada cima me las veo y me las deseo para quitar pieles (y la cinta americana), las cuchillas y guardar todo en la mochila. Es un momento delicado para mí ahí arriba. Nada fácil. Tengo miedo de que en cualquier racha fuerte vaya a salir volando un bastón, un esquí, una piel de foca o incluso yo mismo... Me agarro con 4 brazos a bastones y esquís para que no se vuelen mientras con mi 5º brazo recojo pieles y cuchillas como mejor puedo. Las cintas de mi casco y de la mochila me golpean en la cara zarandeadas por el viento. Uff... qué momentos.
Un cuarto de hora me cuesta poner todo en orden y estar listo, con los esquís puestos, preparado para bajar. Sólo queda disfrutar de 1.000m de puro descenso con esquís (y luego otros 400 m a pie hasta el coche).
Bajo esquiando suavemente hacia el collado de Argualas con giros sencillos y aprovecho para fotografiar esas luces mágicas de nubes lenticulares y el mar de nubes que entra y se va continuamente. Luego ya me olvido de la cámara y disfruto de la bajada. Nieve todavía dura, muy, muy fácil de esquiar. Tanto que uno no se cansaba. Era todo un deslizar colas, notando el suave derrape de las tablas en cada giro, sin hacer esfuerzo. Un giro, y otro y otro y al lado izdo del collado, y al dcho, voy cambiando. Busco las zonas limpias de huellas de los que bajaron andando y disfruto en esos tramos de nieve uniforme sin pisar. Y más giros. Y nadie a mi alerededor. Las colas de mis tablas van derrapando y mantengo buena velocidad. Qué poco va a durar esto...
A mitad de bajada hago la única breve parada para fotografiar el paisaje, que cada vez se va despejando más, y a un esquiador que sube.
Sigo bajando, uno no se cansa nada esquiando con esta nieve. Estaré soñando? Llego al final y ni me he dado cuenta... En todo el día he probado nada de mi 1,5 litros de agua que he subido en la mochila. Y tampoco he comido nada. Será esto un sueño? Quizás no ha sido real?
Quito esquís y bajo a pie hasta el Balneario. Son sólo las 9:30 AM y yo sin beber ni comer nada en todo el día. Será el Red-Bull que me he tomado en el coche antes de salir? Ummm?
Que bella matinal en la montaña...
Salgo feliz para Zaragoza, que a las 12 PM damos el curso de RCP. Voy holgado de tiemp, tengo cerca de 2 horas y media, no necesito correr.
Volveré a disfrutar de ti, querido Pirineo.
Hasta la próxima!
Jorge