El invierno entró ayer con hielo y nieve, que cubrió la mayor parte de la provincia, provocando de nuevo problemas en la circulación rodada e impidiendo que 1.861 estudiantes acudieran a clase durante la jornada. Fueron en Galicia más de 2.000 alumnos los que no pudieron asistir a sus centros ante la presencia de nieve y de hielo en las carreteras, lo que obligó a la suspensión total o parcial de algunas rutas de transporte escolar y al cierre de varios centros, especialmente en Ourense. A los 1.861 alumnos ourensanos se sumaron 834 de Lugo 178 en A Coruña y 39 en Pontevedra.
Además, el uso de cadenas se hizo necesario ayer en la práctica totalidad de las carreteras de montaña ourensanas. Las brigadas de Fomento, Xunta y Diputación, se emplearon a fondo durante la madrugada para evitar la formación de hielo, sobre todo en la autovía Rías Baixas.
Los primeros copos comenzaron a caer sobre las 01.30 horas, preludio de una noche en la que las temperaturas descendieron hasta los ocho grados bajo cero en muchas zonas, tres grados negativos en la ciudad. Sobre las 05.00 horas, los copos de nieve se convirtieron en lluvia lo que facilitó la formación de placas de hielo. Tráfico recomendaba circular con precaución por la A-52, en zonas como Cualedro, A Gudiña y A Mezquita; la OU-540, en Bande, y en la N-525, además de toda la red de montaña.
La nieve impedía así a 1.861 escolares de O Barco, Verín, Xinzo, Viana, Carballeda de Valdeorras, A Gudiña y Vilardevós, acudir a clase. Los colegios Martaguisela y Lauro Olmo de O Barco cerraron de esta forma sus puertas.
Problemas en Valdeorras Valdeorras fue la zona más afectada, llegando los problemas incluso al centro de O Barco, donde la Policía Local obligaba a los conductores a circular con cadenas por el casco urbano a pesar de lo que se sucedieron las incidencias, dado que varios turismos y camiones quedaron atravesados en la calzada. En el centro de la villa, en el acceso a la N-120, se amontonaban a primera hora de la mañana la nieve y el hielo. A lo largo de la carretera se podía ver coches atravesados. Un solo trabajador de la Red de Carreteras acarreaba paletadas de sal intentando ayudar a salir a una ambulancia, cuyos ocupantes tuvieron que ser trasladados a un coche de Protección Civil de O Barco. ‘Estou so, pois os meus compañeiros están en Biobra (Rubiá), onde a N-120 está cortada’, comentó.
A los pocos metros, también durante la mañana, una furgoneta chocaba con la máquina quitanieves y un turismo Ford caía entre unos matorrales. En el centro de la villa, otro conductor perdió el control del vehículo y éste terminaba llevándose por delante una señal de tráfico y la luna de una peluquería.
La Guardia Civil de Tráfico cortó la carretera N-120 al tránsito de camiones, a su paso por Rubiá. El resto de conductores debían utilizar cadenas a la hora de circular por la zona. ‘Una amplia mayoría de automovilistas no llevaban cadenas y tuvieron que esperar a que pasaran las quitanieves’, afirmaron fuentes del instituto armado.
Fuente: La Region
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