Silueteado con las útlimas luces, cerca del collado de Tendeñera
Sábado 24 de julio
Anticiclón a la izquierda, sinónimo de flujo de norte y aire limpio. Ummm...
Salgo de guardia del Hospital de Calatayud a las 10:15 AM y me dirijo al Pirineo. Mi ruta se presenta larga, pero también es largo el día en julio. Será una jornada completa en la montaña hasta apurar las luces. Busco esas luces de tarde de los días limpios como hoy. En mente, una travesía entre Yésero y Bujaruelo, a pie, pasando por la cima de Tendeñera.
Subiré por el Barranco de Sía, realizando un recorrido nuevo a esta montaña que me encantará descubrir. Primero subiré a su vecino Pico de la Ripera o Mallo las Blancas. Desde su cima me deleito sacando fotos de Tendeñera. A ella iré después y desde allí contemplaré el atardecer.
Hacia el oeste se ve todo el perfil afilado de la Sierra de Tendeñera y el Valle de Tena, donde un mar de nubes lleva todo el día colándose desde Francia e inundando la zona de Anayet e Izas.
Todo este regalo para mis ojos lo disfruto en casi absoluta soledad. Porque... estoy solo?
Si existe o no un Dios, es en estas alturas donde uno se siente más cerca de él. Como se sentía el Padre Pablo Domínguez subiendo a sus montañas. Allí, en cada cima, celebraba una humilde eucaristía. Desde luego, tras ver la película de La última cima uno se siente más cerca de ese Dios y con más ganas de seguir el ejemplo de ese gran hombre. Preciosa película, que llenará el corazón del que vaya a verla, tanto agnósticos como creyentes. A mí me encantó. Y allí, sobre la cima de Tendeñera, me acordé de él y también de otros que nos han dejado y que nos miran cada día desde arriba, como mi padre, que ahora hace un año que subió al cielo. Desde estos lugares los sentimos un poco más cerca.
Son ya las ocho de la tarde cuando desde el collado de Tendeñera miro por última vez las luces hacia el oeste. Desde allí bajaré al trote para intentar llegar a cenar al confortable refugio de Bujaruelo, donde disfrutaré de una entrañable velada con Rafa, Esther, Luis, Félix y Marta. Gracias chicos!
Jorge
La cúspide de Tendeñera, en blanco y negro, vista desde el Pico de la Ripera
Caminando por el cielo por las crestas de la sierra de Tendeñera
Vista hacia el valle de la Ripera, al SW
Any source
Travesía Yésero - Tendeñera - Bujaruelo
Sábado 24 de julio
Anticiclón a la izquierda, sinónimo de flujo de norte y aire limpio. Ummm...
Salgo de guardia del Hospital de Calatayud a las 10:15 AM y me dirijo al Pirineo. Mi ruta se presenta larga, pero también es largo el día en julio. Será una jornada completa en la montaña hasta apurar las luces. Busco esas luces de tarde de los días limpios como hoy. En mente, una travesía entre Yésero y Bujaruelo, a pie, pasando por la cima de Tendeñera.
Subiré por el Barranco de Sía, realizando un recorrido nuevo a esta montaña que me encantará descubrir. Primero subiré a su vecino Pico de la Ripera o Mallo las Blancas. Desde su cima me deleito sacando fotos de Tendeñera. A ella iré después y desde allí contemplaré el atardecer.
Hacia el oeste se ve todo el perfil afilado de la Sierra de Tendeñera y el Valle de Tena, donde un mar de nubes lleva todo el día colándose desde Francia e inundando la zona de Anayet e Izas.
Todo este regalo para mis ojos lo disfruto en casi absoluta soledad. Porque... estoy solo?
Si existe o no un Dios, es en estas alturas donde uno se siente más cerca de él. Como se sentía el Padre Pablo Domínguez subiendo a sus montañas. Allí, en cada cima, celebraba una humilde eucaristía. Desde luego, tras ver la película de La última cima uno se siente más cerca de ese Dios y con más ganas de seguir el ejemplo de ese gran hombre. Preciosa película, que llenará el corazón del que vaya a verla, tanto agnósticos como creyentes. A mí me encantó. Y allí, sobre la cima de Tendeñera, me acordé de él y también de otros que nos han dejado y que nos miran cada día desde arriba, como mi padre, que ahora hace un año que subió al cielo. Desde estos lugares los sentimos un poco más cerca.
Son ya las ocho de la tarde cuando desde el collado de Tendeñera miro por última vez las luces hacia el oeste. Desde allí bajaré al trote para intentar llegar a cenar al confortable refugio de Bujaruelo, donde disfrutaré de una entrañable velada con Rafa, Esther, Luis, Félix y Marta. Gracias chicos!
Jorge
La cúspide de Tendeñera, en blanco y negro, vista desde el Pico de la Ripera
Caminando por el cielo por las crestas de la sierra de Tendeñera
Vista hacia el valle de la Ripera, al SW
Mirando abajo las paredes norte del Pico de la Ripera
Vistas hacia el Este, con Otal y Ordesa
Vista al sur, con los valles del Sorrosal (Linás) y del Puerto o bco de Sía (Yésero) cada uno a un lado del Cotefablo. Y los dos te llevan, si quieres, hasta Tendeñera
Misma vista hacia el sur fotografiada el pasado 14 de marzo. Cuál te gusta más?
Mirando al oeste, hacia el Valle de Tena, con el mar de nubes francés entrando
Formigal todavía disfruta del sol a pesar del mar de nubes que cruza desde Francia
Formigal todavía disfruta del sol a pesar del mar de nubes que cruza desde Francia
Las nubes juegan al pilla pilla en el entorno de Anayet
Bajando por la faja de baixaran al Valle de Otal
El sol tiñe de colores las laderas norte del Pico Otal
Tras desayunar al día siguiente en Bujaruelo. De izda a dcha: Luis, Rafa, Félix, Esther, Marta y yo.
Para ver el resto de las fotos, pinchar aquí
Tras desayunar al día siguiente en Bujaruelo. De izda a dcha: Luis, Rafa, Félix, Esther, Marta y yo.
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